¿Qué me llevó a ser docente?

Sinceramente, cuando estaba estudiando la carrera de Filología Inglesa no cabía en mi cabeza la idea de ser docente. Veía a compañeras y compañeros que para sacarse unos ahorrillos se dedicaban a dar clases particulares en verano. Yo no, yo trabajaba como recepcionista en un camping.

                                                                                                                      

Sin embargo todo cambió cuando tuve que hacer el CAP y entonces hice las prácticas en el mismo instituto donde yo había estudiado. La profesora de inglés aprovechó para cogerse una baja y……ahí empezó todo.

Me encantó la idea, después de las prácticas decidí que quería irme fuera, lejos, bastante lejos para mejorar mi inglés y poder así enseñar mejor dicha lengua. Así que….me fui a EEUU para trabajar como profesora, pero no de inglés, claro, si no, de español. Y allí se afianzaron mis ganas de ser docente.

Pasé por muchas dificultades y frustraciones, quise luchar contra el sistema a veces, pero…..al final, de un modo u otro sé que conseguí lo que más quería, que era, dejar buenos recuerdos en las memorias de mis alumnos y de aquellos a los que estaba enseñando. Quería que aprendiesen de una forma nueva y que les enganchase y les gustase venir a clase, y….creo que en muchos casos, lo conseguí.

Hoy sigo dando clase después de casi 15 años desde que empezó aquella aventura, y me encanta lo que hago.

Y como dice el siguiente vídeo: «Ser docente es una aventura interminable»